Estoy empapado de irrealidad... Nuevamente. ¿Po qué? ¿Por qué estoy acá? Siempre, siempre regreso a los lugares donde ya he estado, así no los desee porque estos son repugnantes. Esto no es un lugar, es un estado, pero igual he regresado. Ojos obnubilados. Es una condena. ¿Por qué has escogido esto? Porque era lo mejor dentro de lo peor, porque no aguantas más el no poder dormir porque no puedes dejar de pensar, porque no puedes evitar los pensamientos que tanto te fastidian... Básicamente por el insomnio, recuerdas. Es un pretexto. No podías dormir, peor es un pretexto, la verdad es que no sabes como escapar del pensamiento. La celda de la mente, el pensamiento desaforado... Recurriste a esto como último recurso, a una realidad ficticia a la que le tienes miedo. Frío por las mañanas, ojos húmedos, memoria desarticulada... pero sueño sí tienes, huyes del pensamiento. No podías más contigo, te has anestesiado. Ahora eres prisionero, en contra de tu voluntad pero por un fin justo. ¿Una contradicción? Sí, tal como la que me llevó a esto, la puta de la contradicción. Las imágenes escapan de mis ojos, las cosas se alejan de mis manos, estoy hundiéndome cada vez más, en este paraíso artificial del sueño...
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