lunes, 24 de diciembre de 2007

Feliz Navidad

Bueno, yo no soy muy partícipe de la navidad ni nada de eso, es más, en este día suelo sentirme muy malhumorado y adopto la personalidad del Grinch, pero sé que no todos comparten el mismo espíritu negativo en cuanto a esta fiesta, es por eso que de todas maneras les deseo, a todos los visitantes de mi blog, las más felices navidades de todas, agregándo que espero que la pases bien en familia y los que no, que igual la pasen bien. Yo, por mi lado, cenaré en casa y me elevaré hasta el infinito. Ya no doy más vueltas y les dejo su regalo:


martes, 4 de diciembre de 2007

Los Mundos

Un mundo es el que nosotros vemos; otro , es el que existe más allá. Ese, el que está más lejos, en el que no habitamos, solo es conseguido por algunos aventureros ávidos de la distorsión y el caos y, por qué no, de la diversión y del riesgo. Ambos son muy diferentes; por ejemplo, el tiempo, inevitable en nuestro mundo, es ajeno al otro. Este 'otro' del que hablo, es más intenso y es real que todo está alterado. Entra o una emoción o un pánico abrasador al momento de penetrarlo y percibir el cambio de 'gravedad'. Por eso es que solo algunos aventureros lo conocen, puesto no todos se atreven a someterse a tan fuertes impresiones.

Hay, por lo general, humanos que nacen con las llaves a ese portal dimensional dentro de sí, y por las personas comunes podrían ser descritos como "prototipos mutantes", dada la resistencia al desenfreno. Es así como hay dos alternativas sin que muchos de ustedes lo sepan. Existen maneras de pasar el portal, en la mayoría de los casos con ayuda de las "llaves" (las llamaré así, guardando el respeto) que el creador nos dejó ocultas para descubrirlas, y las que el hombre científicamente creó.

Yo, ahora, después de escribir esto y haber tenido si no muchas (y menos las 'suficientes') experiencias, he llegado a pensar que no hay realidad, que todo aquello que observemos a través de nuestros ojos es solo una imagen impuesta, externa a la que el cerebro puede crear.

Pero tiene un precio especial tal experiencia, porque si debo citar la premisa más verídica de todas, señalaría: "Todo tiene un precio en esta vida". El más allá es sorprendente, fabuloso, inédito, y el regreso resulta un viaje muy prolongado en la mente, de regreso a lo que se termina de vivir. Áhí también muchos sucumben: caen ante la desesperación y la crisis del pensamiento. Los viajeros casuales ya están acostumbrados a esto, y los que tiene buen espíritu y buenos ánimos logran evadir la trampa de la "llave", ya que saben que no es más que una trampa.

Con conciencia, siempre, sin subestimar a dónde vas. Eso sí.