viernes, 19 de febrero de 2010

La vida continúa (Life Goes On)

-¿Y no le dijiste nada?
-No.

Está sentado en una banca en la misma avenida, cerca a su trabajo. Ha llegado unos minutos antes y se toma su tiempo para fumar un cigarrillo antes de entrar. Ve por la pista cruzar al personaje que lleva el corte y la musculatura del Soldado Universal. Lo reconoce en un instante, sabe quién es, no puede olvidarlo. Paulo, de cabello hirsuto, corte militar y gestos rudos, se le acerca y lo saluda. -¿Cómo estás, bróder? -Bien, ¿y tú? -También, y terminaste esa huevada? -No, me salí. Paulo mueve la cabeza, vuelve a hablar: -¿Y, ya la cagaste? -No, miente Román, estoy tranquilo, alza la mano, muestra el cigarro, fumo mis cigarritos nomás. -Está bien, le responde Paulo, yo estoy metiéndome mis wiros. -¿Osea que ya no vas a Surco? -No, con qué cara voy a ir, un día me pegué una trancaza y nunca más regresé. Ya no pienso regresar nicagando, la vida continúa. Estoy haciendo harto deporte. -Manya, está bien. -Sí, bueno bróder, nos vemos, voy avanzando, un gusto. Se estrechan la mano y cada uno vuelve la mirada a su lugar. Román da las útlimas pitadas a la colilla y se prepara para ingresar al trabajo, algo consternado.

-Pero le pudiste decir algo.
-Sí, pude, pero no lo hice. Es increíble.

El sujeto que le hizo la vida imposible desde el día que entró al centro y demostraba tanta capacidad, rigidez y motivación a cambiar no había resistido la calle y había vuelto al consumo. Román no le había dicho nada porque para él era algo normal, sabía que la condición del adicto es complicada, y que prácticamente éste no puede resistirse a su enfermedad y frente a los placeres -cuales sean- que se le presentan. Siempre le decía: "En la calle no es como acá, si la cagaste la cagaste, y te vas por un tubo". Quizá Paulo estaba ya en el tubo, pero eso no interesaba. Su comunidad no parecía una comunidad, parecía un batallón del ejército, no por la cantidad de personas sino por la actitud que demostraban y el entrenamiento que llevaban. Más que estar siendo preparados para rehabilitarse y reingresar a la sociedad sin temer pasar frustraciones y emociones equívocas parecían estar siendo entrenados para la guerra. Eran la comunidad más sólida del centro, y los de más confianza. Día a día sudaban gotas de pudor en el patio y se reparaban ante la indecisión y el sentimiento de derrota. Lo que pasaban era duro. Pero Paulo estaba ahí para hacerles compañía, se encargaba de dirigirlos y aconsejarlos, ponía la mano dura, pero al final del día, en la noche, antes de ir a dormir, conversaba con los muchachos y los motivaba a cambiar, a seguir adelante, a no regresar a esa vida pasada de mierda que habían tenido, se los decía él, que era consumidor compulsivo de cocaína, que estaba por segunda vez en el centro, que ya no quería sufrir más. Él, que también luchaba, que también se esmeraba, que también hacía todo lo posible para rehabilitarse, porque sanarse no podría nunca, porque los adictos no se curan jamás, mueren enfermos. Él, él había caído, y ya no le importaba, seguía adelante.

-Fue lo más importante que me dijo: "la vida continúa". En el centro era duro con sus palabras pero certero, y esta vez también lo fue. No podemos dejarnos caer por un simple tropezón, nuestra vida sigue, y nosotros no podemos pararnos por un percance. Hay que hacer frente a lo que se nos presenta, total, para eso hemos sido entrenados.
-Osea que te parece bien lo que está haciendo? Estás loco.
-No es que esté loco, es simplemente que yo sé que es pasar por ese lugar, y no creo que esté rehuyendo a su realidad, como ahí le dirían, sino que está llevando su vida como él cree que debe llevarla y punto. ¿Por qué habríamos de privarnos de algunos placeres? Solamente porque una o dos veces no lo supìmos llevar? No creo que sea así.
-Creo que te estás justificando para un futuro -dijo.
-Tómalo como quieras.

Ella retomó su postura dulce y decidió atacarlo por otro lado: se acurrucó en su pecho y le masajeó del cuello, como se lo hacía a su gato cuando lo quería engreír.

-Prómeteme que no vas a volver a fumar ni a drogarte -le dijo-, ya me tienes a mí, ¿qué más puedes querer? Has sacado clara ventaja a los demás de la tienda. Te envidian -ríe.
-Sí, sí... Está bien, tienes razón, te lo prometo, no te preocupes. Eso ya pasó para mí, ya sé qué es, qué se siente, no es ninguna novedad -recordó qué es fumar un joint, qué es meterse un par de buenos tiros, que es mascar unas cuantas pastillas bien amargas y sintió el gusano correr por su estómago.

Ella despejó su cabello castaño y lacio para atrás y cambió de posición; se puso de costado, lo tomó por el mentón y lo besó. Él le correspondió, pero mantuvo los ojos abiertos, viendo su rostro colorado y sus pesones rosados de 17 años.

Poesía

Los niños fuman hierba como los grandes,
y como no saben terminan metiéndose harto químico al cerebro,
deshonran a sus padres y arrochan por las calles
destruyen su masa gris con un porro de hachís.

Las niñas juegan a ponerse zapatos de taco
y lucir como sus mayores, tan finas, tan putonas,
y creen serlo, mientras practican sus primeros besos entre ellas
y se meten el dedo.
Marcas de labial en sus calzones y colorete de tatuaje.

Las tiendas se prostituyen por un par de prendas
y más dinero en el bolsillo
y las mujeres y los hombres de esta época
abastecemos su truculento negocio
La ciudad es una zona rosa, llena de burdeles.

El mundo es sintético y plástico,
y nuestras ideas más que platónicas
son plástico-tóxicas.

Los padres o:
no se casan
o se divorcian
o no conviven y se pelean frente a sus hijos
y sus hijos son descreídos de Dios
y apoyan movimientos existencialistas-atéos
en el mundo donde Dios es el único que nos cuida
y nos dio la vida;
Sobrevivir dentro de tanta mierda es producto divino.

Qué vivan las fábricas
y las gentes que las gobiernan
haciendo dinero de los huecos
de la capa de ozono
Que se paseen en sus Porsche
y nos vendan artefactos que en un mes
no nos van a servir porque ya sacaron otro.

En Sudamércia se construyen
más colegios, más centros de rehabilitación,
y en sus selvas, más cocinas de cocaína.
Estados Unidos compra armamento
y Holanda, más metadona para sus heroinómanos.


Nuestros padres se juntaban y bebían alcohol
y comían parrillada;
Nosotros nos juntamos y pensamos como
podían beber sin meterse un chute de coca,
mientras prendemos más porros y
preparamos más líneas
Pero somos personas felices
no lo hacemos como vía de escape
ni nada, fíjense.

Es el fin del mundo y lo sabemos.

viernes, 12 de febrero de 2010

La Herramienta


Tú sabes que con la plata baila el mono, eso es de conocer general. De la misma manera como nosotros, los hombres, bailamos donde está el dinero, las mujeres también saben donde bailar. Todos sabemos qué es lo que prefieren: la verga. Así es mi querido padawan, las muejeres están donde está el mejor postor, el que les da mejor. Por ende no debes de ser ortodoxo ni conservador, debes de darle lo mejor que puedas, en todos los sentidos. Sabemos que la infidelidad existe desde tiempos arcanos, pero que ahora es de mayor facilidad; si tú dejas un día a tu mujer suelta puede ser que ella esté con otro hombre por una noche, y si tú eres conservador con ella y él tampoco la satisface, pues regresará a tus brazos, sin embargo, si mientras que tú sólo le hacías el misionero y la penetrabas por la vagina y el otro la hace que le mame (no que se la chupe, sino que se la mame) la verga, le da por el ano, la jala de los pels y le dice palabras sucias al oído, puedes ir dándola por perdida, porque ella ya no regresará a tu lado, sino que se quedará junto al otro, que le hizo de todo, la satisfació y la dejó con la boca abierta. Es así de simple, joven padawan. Así que dale más de lo que ella espera si es que la quieres tener siempre a tu lado, si es que no la quieres perder, porque las muejeres no bailan por el dinero, como el mono, sino por la verga, cual es su naturaleza. No es amor lo que las sostiene -eso déjaselo a los platónicos-, sino el sexo, estimado padawan. Yo te digo esto porque te aprecio y porque te estimo, y sé que su permanencia a tu lado equivale a tu felicidad, así que quiero que tengas en cuenta mis palabras y aprendas más sobre las mujeres, quizá un día se separen, pero ten por seguro que si por años no encontró quien la haga chillar en la cama volverá a tí, el único que la pudo satisfacer. Esa es su naturaleza, como te digo, no te sorprendas, estimado joven padawan, son cosas que debes tener en cuenta para tu prosperidad y mejor entendimiento del mundo.

lunes, 8 de febrero de 2010

Promiscuidad

Quedamos en juntarnos a las 10 de la noche, parecía una hora conveniente para ese tipo de reuniones. El primero en llegar fue Jair, quizá por la cercanía a mi casa. H se demoró más, quizá por la lejanía a mi casa. Teníamos un espacio aparte, yo preparé los parlantes y seleccioné buen techno. Que yo sepa a H le gusta en algo, a Jair no lo sé, pero yo era el local, tenía la decisión. En mi estante contaba con un Appleton State, faltaba la gaseosa nada más.

-¿Qué vamos a tomar? -pregunté de todas maneras.
-No sé, tío -dijo H- un corto puede ser, para conversar.
-Yo creo que unas cervezas -opinó Jair.

Éramos dos contra uno, estamos en un país demócrata, somos la juventud y debemos demostrar que la respetamos. Esa noche se tomaría trago corto.

-Tengo un Appleton State.
-Me anima más un whiskey, tío.
-Si se trata de cortos mejor un whiskey, el ron te deja resaca y mañana entro al banco temprano, che.
-Vale -me extrañó el "che" de Jair, le pregunté a H: -¿y este enajenado qué tiene?
-Está con una argentina.

Argentinos hijos de puta, a donde van dejan ese dejo quisquilloso y antipático. Deberían esmerarse con su castellano. Me pareció buena la idea del whiskey, al fin y al cabo yo también tenía que trabajar al día siguiente y no quería estar reseco atendiendo a los clientes.

-Vale. Vamos a comprar el trago -prendí un mentolado.
-Fumando mentolado eh, tío...
-Sí, les he encontrado el gusto.
-Prefiero los rojos, che.
-Deja de decir "che" antes de que me infles las pelotas viejo, estamos acá para conversar sobre temas importantes y dejarnos de cojudeces.
-Está bien, bróder.
-Suena mejor, tío, con ese acento argentino no vas a llegar a ningún lado, tienes que ser auténtico.

A causa común compramos un par de etiquetas negras y cada quien compró sus cigarrillos puesto que teníamos diferentes gustos. H los Lucky Light y Jair a.k.a J los Winston Rojo. Regresamos a la cueva. Sonaba "Jackson Flavour", con graves cavilantes y -vocales de mujeres excitadas que decían "I don't mind" repetitivamente. Qué exquisites. Nadie se quejó de la música. Todo iba bien.1

Preparamos una jarra de whisky on the rocks y cada quien se echaría, si es que deseaba, Red Bull en su vaso. Yo lo haría, lo prefiero así, siempre lo he tomado así, me gusta más así. J hizo lo mismo, H prendió un cigarrillo y optó por tomar on the rocks. El cinicero iba a tener que ser cambiado varias veces, anticipé. Fumadores empedernidos. "FUMAR PRODUCE CÁNCER DE BOCA", dice a modo de avertencia con letras bien grandes y en bólido acompañada de una imagen catastrófica de una boca cancerígena. A nosotros no nos importa, de algo se tiene que morir, y si es de cigarrillos a buena hora. Un estúpido cáncer no nos iba a privar de un poco -toneladas- de humo, si fuera el sida sería otra cosa.

-¿cómo te va en el banco, tío?
-Bien, percibo buen sueldo, pero es una joda eso de embarrarse permanentemente las manos con dinero que proviene de los norteamericanos, va contra mis ideales, pero debo hacerlo, me da dinero y con eso me alcanza para pagar algunas cosas en casa y divertir a la argentina en hoteles de primera.
-Tienes razón, te va bien, viejo. Lo que no entiendo es cómo así terminaste con ese bigotito y esa barbita, viejo, se te ve chistosísimo. ¿Así le gusta a la argentina o es tu estilo?
-Es mi estilo. La argentina no importa, igual se me pega.
-Carajo tío, quién iba a pensarlo, recordar que en el cole te repudiaban porque te apesaban las axilas y se burlaban porque una vez llevaste en educación física unas medias de un color y otra de otro.

Me río. Esa vez fue memorable. J se puso a llorar en frente de todos, se quebró, todos expusimos nuestro lado más inhumano. Ahora no es más que una anécdota, hasta J la recuerda con gracia.

-Todos los pendejos del cole están que estudian como cojudos en la universidad mientras yo sigo escalando en el banco. Mira quién ríe.
-Un brindis por eso, tíos.

Alzamos las copas a la voz de H y las chocamos. Una por J.

-¿Y cómo va esa onda de tus estudios y proyectos de la literatura española, H, viejo?
-Más o menos, no le estoy poniendo el suficiente empeño, me he quedado en ese sentido, estoy más preocupado en escuchar a "La Mente", "Los fabulosos Cadillacs", y "Silvio Rodriguez".
-Esos trovadores nunca me han agradado, causa de una mujer.
-No te dejes llevar por esas cosas, bróder, aleja esa percepción errada y escucha bien la música, Silvio tiene lo suyo.
-Sí, quizá, viejo, sólo que no va conmigo. A mí dame techno, dame el poder.

Veo el baño. Me veo entrando y saliendo, sacando mi billetera, mi dni, mi falso e inhalando cocaíana para sentirme mejor. Es sólo una visión, no lo estoy haciendo, no lo haré, ni más. regresó la vista a mi trago y me lo secó de un sorbo, para desvanecer la ilusicón con mayor rapidez. Hay que anular el lado perverso desde la raiz. El lado osucro es muy fuerte.

-Lo que sí es que tú vas bien, tío, ya llevas 3 años en la web.
-Ni tanto, H, son sólo 2, hay que recordar que el 2009 desaparecí. Recién lo estoy retomando.
-Yo sí me quedé en nada, bróders, el banco y la argentina me han absorvido; pero siempre le doy una revisada a sus blogs.
-¿Y qué me dices de la "Serie Rosa - CUentos de un amor póstumo"? Tal vez no continuaste en el blog porque era imposible dadas las circunstancias, pero eso no bloqueó tu impulso creativo.
-Bueno, sí, no dejé de crear, pero esos cuentos no van a ser publicados en la web, estoy esperando que salga el físico nuclear para que me contacte con su amigo el editor y se me haga más fácil publicarlo en tangible. Ahí se despego.
-Estoy seguro que pasará, bróder.
-Yo no sé por qué no escribes más seguido, H, desde que estábamos en el colegio escribías muy bien, en esa época yo recién andaba en la cuna de la literatura, sólo leía, pero en cuanto a creación estaba en nada.
-Hey, tío, pero si no hay nada mejor que yo tenga que tú no, tus relatos de los antihéroes son fenomenales.
-Vamos, H, no estamos aquí para que me loen, es cierto que es una fecha especial para mí, pero tampoco con lisonjerías.
-Pero H no dice nada que diste de la realidad, bróder.
-Los textos que sí me agradaron fueron los tuyos, J, quién pensaría que de aquel párvulo del colegio casi inexperto en letras terminaría haciendo poesía, y de la buena. A mí nunca me ligó la poesía, escribo una que otra, pero no son certeras ni bien iluminadas.
-De eso sí me he dado cuenta, tío, pero tienen algo que las hacen interesantes.
-Bueno, bueno, como ya lo dijo Zarek no hemos venido para alabarnos.
-¿Sabes Z? Mi mamá leyó tu blog, lo encontró dentro de mi página de Favoritos y creyó que tenías un quiste en el cerebro. "A ese chico le suce algo, sus padres tiene que hablar con él", me dijo -carcajeamos.
-Ese es el fin, ese blog no es para cucufatos ni nada, es para gente progresiva, librespensadores.
-Un brindis por eso, bróders.

Alzamos las copas, las chocamos y decimos al unisono "Salud".

-¡Qué viva el Che Guevera! -dice H, subido de tono.
-Que viva el Che, Fidel y todos esos pelotudos que le hacen la vida imposible a los junkies.
-Bróders, los jankies me dan de comer en el banco. A ellos les debo todos esos dólares ficticios que les prestan a países subdesarrollados como el nuestro a cambio de materia prima. Ellos se llevan todo, pero que interesa, yo tengo mi suelo y punto.

H y yo intercambiamos miradas. J ha desatinado. Intento mejorar la conversación y hago una urra:

-Rayos J, te admito ese comentario sólo porque por lo que dice H te estas ligando a una argentina de buena calaña.
-Jaja
-Hablemos de política, bro. Basta de bromas, vamos a lo serio, a eso hemos venido ¿no?
-Tienes razón -decimos H y yo.

Aunque la política no es nada importante en este país, es algo denigrante, puede aparentar serlo con unos tragos encima. El cenicero ya tiene más de diez colillas y la habitación huele a humo de todos los sabores.

-Dicen que Bayly se manda a la candidatura, ¿no bróders?

Me río por la sinvergüencería de Bayly, un escritor controversial y polémicón que actualmente lleva un programa donde se mofa de todo lo que le queda al alcance y toma a la política como una broma, además de publicar inicialmente un libro donde habla de relaciones homosexuales y un último donde en la portada figura un porrazo y una hoja de marihuana en la parte superior derecha. Sin embargo, su osadía es digna de resaltar, y lo manifiesto:

-Es un hombre sincero, yo creo que lo hace por joder, pero así como jodiendo no saldrá en esta pero quizá sí en la próxima. Es un hombre inteligente, sabe lo que hace y en lo que se mete, no es tonto. Es un plan a largo plazo, sin duda.
-La ignorancia es grande en este país, con gobernantes como Alán García que se esmeran en mantener a un pueblo bruto para que los sigan engañando, es probable que la gente se incline por Bayly, tiene carisma y apoyo de cierto sector.
-Ustedes dos están en lo cierto, pero falta mucho para las eleccciones, quién sabe que pasará de aquí hasta el 2011.
-Dime a mí, viejo, que me alejé el 2009 y cuando regresé parecía estar todo de cabeza, y eso es que me refiero a mi micromundo, ahora imagínate si hablamos a nivel macro.

La primera etiqueta negra se ha acabado, la conversación ha fluido de manera aceptable. Tres escritores amateurs saben ingeniárselas para pasarla bien, o al menos para hablar de nimiadades aparentándolas gran cosa. Es pura pose; es literatura.

-¿Han visto la película "Cofee & Cigarretes?
-Sí -me responden.
-¿Muy buena, no?
-Los diálogos casi estúpidos y sin sentido son lo que más me llama la atención, tío -dice H.
-A mí me sorprende la cantidad de famosos que reunen para situarlos en papeles tan ridículos, hasta estaban los Wu-Tang Clan.
-Sí, increíble -sentenció luego del comentario de J- Fue una cusqueña la que me mostró ese filme, muy buena onda.

Estuvimos un rato en silencio mirándonos las caras y aspirando nicotina, que años después nos destrozaría los pulmones y nos otorgaría una muerte no memorable. Pero somos escritores. Tenemos el derecho.

-¡Qué viva la marihuana. carajo!
-Es una lástima que no puedas fumar, tío.
-¿Ya no puedes fumar, bróder?
-Puta, ni me hagan pensarlo. Pero estamos en un mundo que da vueltas, quién sabe, todo regresa, todo se va.
-Con razón que te veo fumando cigarrillo tras cigarrillo, que yo recuerde tú no fumabas -dice J.
-Bueno, lo hacía sólo cuando inhalaba cocaína o consumía mdma, tú sabes -no, no lo sabe- para estabilizarse.
-¿Pero no te puedes mandar un par de hits a la semana, tío?
-Es muy arriesgado, dejemos esta conversación de lado porque me estoy frustrando -me sirvo un vaso con bastante hielo, bastante whiskey y bastante Red Bull. Lo miro atentamente y me lo tomo todo, con decisión. un leve sismo sacude mi cabeza, nada grave, esto está empezando.

La última conversación no me ha agradado, que me recuerden eso me ha obstruído. Necesito calmar las ansias con ortra cosa, necesito sustituir mi afdicción. Lo reconozco, no consumo, pero soy un adicto, lo llevo en la sangre, me etiqueto de esa manera, me siento bien de serlo. "Pruébame y verás que todos somos adictos", suena en mi cabeza.

-Creo que esto se está poniendo aburrido, debemos de tener más acción, bro.
-¿Estás pensando lo mismo que yo, J?
-Si es ir al Scarlet, sí.
-El Scarlet ya está muy gastado, tíos, ya estoy aburrido de las mismas cholas power y ese ambiente de mierda que rodea el local.
-Buen punto -damos la razón a H.
-Pero el Scarlet no es el único Nightclub... -agrego.
-Estamos cerca de las "Suites", bróders. Recuerden que de ahí salió la Karen Dejo, tremenda puta.
-Y ahora está en el ruedo de la TV, ¿tú crees que va a volver a cobrar 2000 dólares por chuparte la verga y dejar que se la metas por el culo? Ahora lo hace gratis con empresarios con tal que la coloquen en cualquier programa de TV nacional porquería.
-De eso terminan viviendo, viejos.
-Sí -sentencia H.

Me veo nuevamente entrando a un baño de un nightclub e inhalando cocaína. La imagen desvanece, parece ser los demonios del pasado que me persiguen, o será que tendré que ir al psiquiatra para que me recete litio para la ezquizofrenia, aunque dudo que use el litio necesariamente para la ezquizofrenia... Prendo el duodecimo cigarrrillo. Tengo una opción:

-Olvidémosno de las "Suites" y de Karen Dejo, el Emmanuelle ofrece muy buenos servicios.
-Antes que todo, ¿tenemos dinero?, bro -pregunta J.

Abro mi billetera y veo 400 dólares. Negocios fáciles. No gasté ni una gota de sudor, sólo hice tres llamadas, un par de movimientos imperceptibles, la conexión y listo, como si yo no hubiese hecho nada, y con cuatrocientos dólares de ganancia en la billetera. La efectividad de los negocios oscuros, y la eficacia de un hombre que no pierde las mañas. ¿Cuánto demoré? Medio día. Me siento orgulloso, no he perdido la efectividad, en ese campo sigo vigente, como en mis viejos tiempos, pcomo para que no se olviden quién soy.

-Yo cuento con cuatroscientos de los verdes. Alcanza para todos.
-Yo tengo trescientos soles -dice J.
-Yo tengo la mensualidad de la Católica, luego la puedo reparar.
-Yo pongo más si es necesario, estoy más grueso y me gusta compartir, viejos.
-Todavía nos queda media botella de whiskey -nota J.
-No te preocupes, en el Emmanuelle tengo un contacto en la entrada que me va a dejar meterla caleta.
-¿Estaremos haciendo lo correcto, tíos?
-Claro que sí, somos hombres, estamos ebrios, y queremos lo más fácil. O deseas ir a la calle de las pizzas y coquetear a una chola, seducirla con tu billete y que te ofrezca un mal servicio sexual? Yo me voy a lo seguro, quiero que me chupen la verga como si tuviese elixir dentro de ella y que muevan el tubo como una licuadora, además de que me digan cochinadas al oído, además de que finjan tener un buen orgasmo, si lo tienen o no no interesa, yo les pago porque lo aparenten, aunque las últimas veces que he ido todas se me pegan, creo que les doy bien por el ano, a veces me piden que les haga la sopa, pero esas conchas no están para esas tretas, que se conformen con que entre la verga en la posición y el ángulo correcto. Yo sé que las hago gozar. Te apuesto que yo ni voy a pagar.

H se ríe con honestidad.

-Me gusta la idea, dice J. Veo porno desde que tengo siete años y este tipo de cosas, bien cochinas, prohibidas y tabúes me tienen de los pelos.
-¿Entonces, vamos?
-Que esperamos, tío, vamos. Hay que sentenciar la noche.

Cogemos nuestros paquetes de cigarrillos, prendemos uno cada uno y afuera paramos un taxi. No le preguntamos cuánto nos cobra, simplemente nos embarcamos. Ya esas vaginas sabrán que es literatura, política y películas independientes.

lunes, 1 de febrero de 2010

Un hombre más

El día que llamé a mi madre por teléfono entusiasmado y le dije que iba a la reconquista de mi amor me se quedó callada por el auricular. Yo interpreté su silencio como algo malo, así que la alenté. No lo logré. Mi madre me preguntó si es que estaba seguro y me dijo que iba a ir comprándome mi pañuelo de lágrimas. No creí que fuese necesario, me sentía optimista y un futuro triunfante. Las posibilidades de fracaso no cabían dentro de mis expectativas. Hasta ahora no he llorado, todavía no me sirve el paño de lágrimas que efectivamente compró mi madre, para que le dé la razón eternamente y escuche lo que ella me dice y no lo que me dice mi corazón. He fracasado en todos mis intentos. Y ya estoy empezando a sentir la pegada, la ausencia de una persona a quien contarle mis problemas es notoria. Demuestro que no estoy preparado. Le doy la razón a todos los demás cuando decían que no estaba preparado. Descubrieron todo lo que hice después de mi salida, nada fue penalizado, sin embargo corrieron varias versiones. Estaba prohibido conectarse a Intenet,. pero yo me aprovechaba de la nobleza de mi hermano" y lo hacía. Las primeras veces me contec taba como desconectadoal messenger y conversaba con mis más cercanos y de confianza. La bandeja de mi e-mail estaba vacía, y no supe nunca quien me escribió. Tardé en envalentonarme y abrir su facebook. Trataba de no hacerlo. No esperaba nada catastrófico tampoco. Me aguanté varias semanas. Pero una tarde, después de jugar pelota, día miércoles, regresamos a la casa y me enviaron a comprar una cajetilla de cigarros y una pastillas, y como las dos cosas se compraban en tiendas distantes entraría a Internet y daría com excusa la lejanía de los lugares. Ya lo tenía planeado, me estaba reprimiendo, esperando el momento. Le di los 50 centavos al muchacho y entré, antes que al msn, al facebook. Ahí tipé su nombre. La foto que salió fue desalentadora, la vi en pequeña, no la maximicé. Salía besando a otro chico en una pose idéntica a una foto que teníamos, ella salía en el mismo lugar que aquella foto, y el otro en el que estaba yo. Me desconecté rápido y caminé con premura a la tienda de Isaías a comprarme un cigarro y uno de los recados. Lo fumé rápido, con ansias, con la camiseta pegada a causa del sudor del partido y el calor de la tarde. Tenía que ser el único, de lo contrario llegaría a la casa apestando y tendría problemas. Pero en la otro tienda no me contuve y compré otro cigarro más. Lo fumé por la avenida, a expuestas de que uno de mis encargados me vea, pero eso me tenía sin cuidado. Lo fumé más rápido que el primero, lo acabé una cuadra antes de la casa; me metí un par de Halls a la boca y froté mis manos con alguna planta. Entré, di los recados al encargado y me bañé. Los pensamientos volaban, pero eran vacíos, evitaba todo tipo de especulaciones o cavilaciones. Una vez en la ducha dejé que me caiga el agua fría por todo el cuerpo, y en la ventana se veía como el sol se iba guardando y desaparecían los mosquitos. El agua caía y caía, giraba en círculos para que ninguna parte de mi cuerpo se quede sin mojar. Respiraba hondo, como me enseñó Papá Baschuk, inhalar, retener y exhalar, 5 segundos cada uno. Me vencí, no lloré, pero me arrodillé en la ducha y me quedé ahí por un buen rato mientras el agua me caía a la espalda. Me agarré de la cabeza, como tapándome los oídos, queriendo cubrir del mundo exterior. Me sequé y salí del baño fingiendo que nada había pasado. Necesitaba contárselo a alguien, desahogarme, pero no confiaba en nadie. Cogí mis llaves de dinámico y me hice cargo de la casa. Envié a todos a la asamblea y al grupo de cocinar a su cocina, a la C-C. Cuando me fui descubrieron que había entrado a Internet, que había entrado al facebook, y mi "hermano" contó que sí, que la había visto en el face -se lo llegué a contar, y me felicitó porque aún después de eso seguía ahí, en la casa, "donde debía estar"- y todos dijeron que por eso me había ido; por ella. Yo lo negué siempre, hasta a mí mismo me lo negué, me mentía creyéndome que había salido porque pensaba que ya era hora de que me encargue de mis asuntos y porque extrañaba bastante a mis amigos y ellos me necesitaban a su lado. Con el tiempo me he dado cuenta que lo hice por ella, sin razón alguna, creí que la recuperaría. Ya no cuento con Papá Bascuk para que me grite hasta reventarme los tímpanos que soy un idiota y que debo olvidarme y romper en absoluto con mi pasado, que si no regresaría a lo mismo de antes. Se me hizo imposible en ese entonces y ahora también. Me rehusé a hacerlo. Viajé con la intención de olvidarla, de sacarla por fin de mi vida, esta vez si estaba decidido, pero algo en el destino lo impidió, e hizo que surta el efecto contrario: que me apegue más a ella. Ahí fue cuando llamé a mi mamá entusiamado. Hoy los días son de derrota, ir al trabajo y esperar que se termine para regresar a casa, sintiéndome instisfecho de quién soy de lo que hago. Las cosas cambiaron mucho. No la pude volver a ver, tampoco. Hablamos por mensajes una vez, eso fue lo máximo. De ahí he fracasado. Intenté con fuerza, pero fallé. Va a costarme aceptarlo, a veces quisiera ser como ella, que logró sacarme de mi vida, pero tal vez eso se deba a que soy insignificante e intransigente, en cambio, ella eso lo contrario. Quedé marcado, si se abre mi piel a la altura del pectoral izquierdo se ve una herida, una herida que no se ve sobre la piel, sino dentro, como en el centro de la tierra, o en el origen de los hombres.