lunes, 11 de enero de 2010

El Sueño de la Tentación

Y ella me dijo:

Qué haces ahí parado?
Qué estás contemplando?
No ves que ya me estoy yendo?
Deberías estarme persiguiendo
o es que no tienes agallas?
El que no arriesga no gana

Ven,
Corre por el sendero
Atraviesa la densa oscuridad
Ubícame en la nocturna ciudad
y atrápame!

Cógeme entre tus brazos y
hazme tuya, otra oportunidad
no te voy a dar
rápido que me voy a desanimar
luego no me supliques y vengas a rogar



Miré sus ojos extasiados y me perdí en su profundidad, saborié mis labios -ya casi soldados de piedra- con mi lengua, frote mis manos y le dije:

A que no sabes a quien acabas de tentar,
a que no sabes el ánima animal que se va a despertar,
a que ni sabes con cuántas ganas te sigo deseando,
bebo de tu veneno y me endiablo,
pero qué importa si condena me espera,
eso no es suficiente para contenerme o preocuparme
¡Corre lejos!
Porque vas a lamentar haberme despertado,
a mí,
tremendo perro,
que se encuentra demasiado insaciado



Y corrió mientras su risa estrepitaba la oscuridad. Y yo fui tras ella, rumbo a mi perdición, pero cual león persigue a un jubiloso venado, venado que ya ha saboreado... y que quiere volver a probarlo.


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