sábado, 26 de julio de 2008

Jugando a Andy Warhol

A todo lugar que acudía, me preguntaban:

-¿Por qué las gafas?

-Porque esa es mi pose - respondía.

Eran unas Bolle Experience de los ochentas, calculo. Ambas lunas estaban gastadas, y en su parte inferior se descomponía el lente y se producía un leve efecto amosaicado y tecnicolor. las lunas eran cuadradas y grandes y estaban unidas por un puente que destacaba el inicio de mi nariz, las patas eran simples y negras. Me fascinan.

Cada quien vive su realidad, y yo, por eso, no me preocupo o vivo la mía (o: vivo en la mía). En un mundo ocuro y opaz, min vista se convierte en mi perspectiva. Me otorgan otro aspecto, uno más adecuado para mí, me atrae el suspenso en que se refugian mis ojos. Nadie los ve desde hace tiempo, y no quiero que nadie los vea, prefiero que se guarden en secreto y mantengan el misterio. Calles oscuras, horizontes apagados, almas decaídas, es todo lo que veo... supremamente, detrás de mis gafas. Evito el contacto visual directo con la gente, es un contacto muy intenso para mí, como encarar al sol directamente. Es que prefiero huir de lo que sus ojos dices, de lo que cuentan sus expresiones, y asimismo tengo miedo de que lean las mías. Sí, soy un bicho raro, en extremo. Así me he desarrollado, nunca tuve vergüenza de lo que se dijo de mí, si fui extravagnate o ridículo, esa es la realidad para ellos, y así como la mía no puede ser la suya, la suya no equivale a la mía. Soy un simple observador de los hechos, un partícipe inactivo de la situación. Así llego a mis conclusiones y así creo mi arte, dentro de una nibe gris y repugnante, retrato de lo cohibido y lo escondido del hombre.

No hay comentarios: