sábado, 31 de mayo de 2008

Ellos te oyen...

Por eso que nadie puede confiar en nadie,



Porque no te van a escuchar,



Sólo puedo confiar en el árbol,



en el río, en el cielo.



Sólo ellos te escucharán



y sólo ellos te sabrán hablar.



Pues tu eres parte de ellos,



y porque ellos son parte de ti



Porque ambos jamás se hablaron,



pero se vieron alegremente crecer,



entonces son hermanos de sangre,



son hijos del mismo creador,



son la misma y única materia.



No lo dudarán: te abrazarán,



te arrollayarán, te acogerán, te comprenderán.



Te dejarán hablar, llorar, maldecir,



Te escucharán



Y, al final, te consolarán y por fin sus consejos oirás.



Sólo ellos, sólo ellos son como tú.



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