lunes, 8 de febrero de 2010

Promiscuidad

Quedamos en juntarnos a las 10 de la noche, parecía una hora conveniente para ese tipo de reuniones. El primero en llegar fue Jair, quizá por la cercanía a mi casa. H se demoró más, quizá por la lejanía a mi casa. Teníamos un espacio aparte, yo preparé los parlantes y seleccioné buen techno. Que yo sepa a H le gusta en algo, a Jair no lo sé, pero yo era el local, tenía la decisión. En mi estante contaba con un Appleton State, faltaba la gaseosa nada más.

-¿Qué vamos a tomar? -pregunté de todas maneras.
-No sé, tío -dijo H- un corto puede ser, para conversar.
-Yo creo que unas cervezas -opinó Jair.

Éramos dos contra uno, estamos en un país demócrata, somos la juventud y debemos demostrar que la respetamos. Esa noche se tomaría trago corto.

-Tengo un Appleton State.
-Me anima más un whiskey, tío.
-Si se trata de cortos mejor un whiskey, el ron te deja resaca y mañana entro al banco temprano, che.
-Vale -me extrañó el "che" de Jair, le pregunté a H: -¿y este enajenado qué tiene?
-Está con una argentina.

Argentinos hijos de puta, a donde van dejan ese dejo quisquilloso y antipático. Deberían esmerarse con su castellano. Me pareció buena la idea del whiskey, al fin y al cabo yo también tenía que trabajar al día siguiente y no quería estar reseco atendiendo a los clientes.

-Vale. Vamos a comprar el trago -prendí un mentolado.
-Fumando mentolado eh, tío...
-Sí, les he encontrado el gusto.
-Prefiero los rojos, che.
-Deja de decir "che" antes de que me infles las pelotas viejo, estamos acá para conversar sobre temas importantes y dejarnos de cojudeces.
-Está bien, bróder.
-Suena mejor, tío, con ese acento argentino no vas a llegar a ningún lado, tienes que ser auténtico.

A causa común compramos un par de etiquetas negras y cada quien compró sus cigarrillos puesto que teníamos diferentes gustos. H los Lucky Light y Jair a.k.a J los Winston Rojo. Regresamos a la cueva. Sonaba "Jackson Flavour", con graves cavilantes y -vocales de mujeres excitadas que decían "I don't mind" repetitivamente. Qué exquisites. Nadie se quejó de la música. Todo iba bien.1

Preparamos una jarra de whisky on the rocks y cada quien se echaría, si es que deseaba, Red Bull en su vaso. Yo lo haría, lo prefiero así, siempre lo he tomado así, me gusta más así. J hizo lo mismo, H prendió un cigarrillo y optó por tomar on the rocks. El cinicero iba a tener que ser cambiado varias veces, anticipé. Fumadores empedernidos. "FUMAR PRODUCE CÁNCER DE BOCA", dice a modo de avertencia con letras bien grandes y en bólido acompañada de una imagen catastrófica de una boca cancerígena. A nosotros no nos importa, de algo se tiene que morir, y si es de cigarrillos a buena hora. Un estúpido cáncer no nos iba a privar de un poco -toneladas- de humo, si fuera el sida sería otra cosa.

-¿cómo te va en el banco, tío?
-Bien, percibo buen sueldo, pero es una joda eso de embarrarse permanentemente las manos con dinero que proviene de los norteamericanos, va contra mis ideales, pero debo hacerlo, me da dinero y con eso me alcanza para pagar algunas cosas en casa y divertir a la argentina en hoteles de primera.
-Tienes razón, te va bien, viejo. Lo que no entiendo es cómo así terminaste con ese bigotito y esa barbita, viejo, se te ve chistosísimo. ¿Así le gusta a la argentina o es tu estilo?
-Es mi estilo. La argentina no importa, igual se me pega.
-Carajo tío, quién iba a pensarlo, recordar que en el cole te repudiaban porque te apesaban las axilas y se burlaban porque una vez llevaste en educación física unas medias de un color y otra de otro.

Me río. Esa vez fue memorable. J se puso a llorar en frente de todos, se quebró, todos expusimos nuestro lado más inhumano. Ahora no es más que una anécdota, hasta J la recuerda con gracia.

-Todos los pendejos del cole están que estudian como cojudos en la universidad mientras yo sigo escalando en el banco. Mira quién ríe.
-Un brindis por eso, tíos.

Alzamos las copas a la voz de H y las chocamos. Una por J.

-¿Y cómo va esa onda de tus estudios y proyectos de la literatura española, H, viejo?
-Más o menos, no le estoy poniendo el suficiente empeño, me he quedado en ese sentido, estoy más preocupado en escuchar a "La Mente", "Los fabulosos Cadillacs", y "Silvio Rodriguez".
-Esos trovadores nunca me han agradado, causa de una mujer.
-No te dejes llevar por esas cosas, bróder, aleja esa percepción errada y escucha bien la música, Silvio tiene lo suyo.
-Sí, quizá, viejo, sólo que no va conmigo. A mí dame techno, dame el poder.

Veo el baño. Me veo entrando y saliendo, sacando mi billetera, mi dni, mi falso e inhalando cocaíana para sentirme mejor. Es sólo una visión, no lo estoy haciendo, no lo haré, ni más. regresó la vista a mi trago y me lo secó de un sorbo, para desvanecer la ilusicón con mayor rapidez. Hay que anular el lado perverso desde la raiz. El lado osucro es muy fuerte.

-Lo que sí es que tú vas bien, tío, ya llevas 3 años en la web.
-Ni tanto, H, son sólo 2, hay que recordar que el 2009 desaparecí. Recién lo estoy retomando.
-Yo sí me quedé en nada, bróders, el banco y la argentina me han absorvido; pero siempre le doy una revisada a sus blogs.
-¿Y qué me dices de la "Serie Rosa - CUentos de un amor póstumo"? Tal vez no continuaste en el blog porque era imposible dadas las circunstancias, pero eso no bloqueó tu impulso creativo.
-Bueno, sí, no dejé de crear, pero esos cuentos no van a ser publicados en la web, estoy esperando que salga el físico nuclear para que me contacte con su amigo el editor y se me haga más fácil publicarlo en tangible. Ahí se despego.
-Estoy seguro que pasará, bróder.
-Yo no sé por qué no escribes más seguido, H, desde que estábamos en el colegio escribías muy bien, en esa época yo recién andaba en la cuna de la literatura, sólo leía, pero en cuanto a creación estaba en nada.
-Hey, tío, pero si no hay nada mejor que yo tenga que tú no, tus relatos de los antihéroes son fenomenales.
-Vamos, H, no estamos aquí para que me loen, es cierto que es una fecha especial para mí, pero tampoco con lisonjerías.
-Pero H no dice nada que diste de la realidad, bróder.
-Los textos que sí me agradaron fueron los tuyos, J, quién pensaría que de aquel párvulo del colegio casi inexperto en letras terminaría haciendo poesía, y de la buena. A mí nunca me ligó la poesía, escribo una que otra, pero no son certeras ni bien iluminadas.
-De eso sí me he dado cuenta, tío, pero tienen algo que las hacen interesantes.
-Bueno, bueno, como ya lo dijo Zarek no hemos venido para alabarnos.
-¿Sabes Z? Mi mamá leyó tu blog, lo encontró dentro de mi página de Favoritos y creyó que tenías un quiste en el cerebro. "A ese chico le suce algo, sus padres tiene que hablar con él", me dijo -carcajeamos.
-Ese es el fin, ese blog no es para cucufatos ni nada, es para gente progresiva, librespensadores.
-Un brindis por eso, bróders.

Alzamos las copas, las chocamos y decimos al unisono "Salud".

-¡Qué viva el Che Guevera! -dice H, subido de tono.
-Que viva el Che, Fidel y todos esos pelotudos que le hacen la vida imposible a los junkies.
-Bróders, los jankies me dan de comer en el banco. A ellos les debo todos esos dólares ficticios que les prestan a países subdesarrollados como el nuestro a cambio de materia prima. Ellos se llevan todo, pero que interesa, yo tengo mi suelo y punto.

H y yo intercambiamos miradas. J ha desatinado. Intento mejorar la conversación y hago una urra:

-Rayos J, te admito ese comentario sólo porque por lo que dice H te estas ligando a una argentina de buena calaña.
-Jaja
-Hablemos de política, bro. Basta de bromas, vamos a lo serio, a eso hemos venido ¿no?
-Tienes razón -decimos H y yo.

Aunque la política no es nada importante en este país, es algo denigrante, puede aparentar serlo con unos tragos encima. El cenicero ya tiene más de diez colillas y la habitación huele a humo de todos los sabores.

-Dicen que Bayly se manda a la candidatura, ¿no bróders?

Me río por la sinvergüencería de Bayly, un escritor controversial y polémicón que actualmente lleva un programa donde se mofa de todo lo que le queda al alcance y toma a la política como una broma, además de publicar inicialmente un libro donde habla de relaciones homosexuales y un último donde en la portada figura un porrazo y una hoja de marihuana en la parte superior derecha. Sin embargo, su osadía es digna de resaltar, y lo manifiesto:

-Es un hombre sincero, yo creo que lo hace por joder, pero así como jodiendo no saldrá en esta pero quizá sí en la próxima. Es un hombre inteligente, sabe lo que hace y en lo que se mete, no es tonto. Es un plan a largo plazo, sin duda.
-La ignorancia es grande en este país, con gobernantes como Alán García que se esmeran en mantener a un pueblo bruto para que los sigan engañando, es probable que la gente se incline por Bayly, tiene carisma y apoyo de cierto sector.
-Ustedes dos están en lo cierto, pero falta mucho para las eleccciones, quién sabe que pasará de aquí hasta el 2011.
-Dime a mí, viejo, que me alejé el 2009 y cuando regresé parecía estar todo de cabeza, y eso es que me refiero a mi micromundo, ahora imagínate si hablamos a nivel macro.

La primera etiqueta negra se ha acabado, la conversación ha fluido de manera aceptable. Tres escritores amateurs saben ingeniárselas para pasarla bien, o al menos para hablar de nimiadades aparentándolas gran cosa. Es pura pose; es literatura.

-¿Han visto la película "Cofee & Cigarretes?
-Sí -me responden.
-¿Muy buena, no?
-Los diálogos casi estúpidos y sin sentido son lo que más me llama la atención, tío -dice H.
-A mí me sorprende la cantidad de famosos que reunen para situarlos en papeles tan ridículos, hasta estaban los Wu-Tang Clan.
-Sí, increíble -sentenció luego del comentario de J- Fue una cusqueña la que me mostró ese filme, muy buena onda.

Estuvimos un rato en silencio mirándonos las caras y aspirando nicotina, que años después nos destrozaría los pulmones y nos otorgaría una muerte no memorable. Pero somos escritores. Tenemos el derecho.

-¡Qué viva la marihuana. carajo!
-Es una lástima que no puedas fumar, tío.
-¿Ya no puedes fumar, bróder?
-Puta, ni me hagan pensarlo. Pero estamos en un mundo que da vueltas, quién sabe, todo regresa, todo se va.
-Con razón que te veo fumando cigarrillo tras cigarrillo, que yo recuerde tú no fumabas -dice J.
-Bueno, lo hacía sólo cuando inhalaba cocaína o consumía mdma, tú sabes -no, no lo sabe- para estabilizarse.
-¿Pero no te puedes mandar un par de hits a la semana, tío?
-Es muy arriesgado, dejemos esta conversación de lado porque me estoy frustrando -me sirvo un vaso con bastante hielo, bastante whiskey y bastante Red Bull. Lo miro atentamente y me lo tomo todo, con decisión. un leve sismo sacude mi cabeza, nada grave, esto está empezando.

La última conversación no me ha agradado, que me recuerden eso me ha obstruído. Necesito calmar las ansias con ortra cosa, necesito sustituir mi afdicción. Lo reconozco, no consumo, pero soy un adicto, lo llevo en la sangre, me etiqueto de esa manera, me siento bien de serlo. "Pruébame y verás que todos somos adictos", suena en mi cabeza.

-Creo que esto se está poniendo aburrido, debemos de tener más acción, bro.
-¿Estás pensando lo mismo que yo, J?
-Si es ir al Scarlet, sí.
-El Scarlet ya está muy gastado, tíos, ya estoy aburrido de las mismas cholas power y ese ambiente de mierda que rodea el local.
-Buen punto -damos la razón a H.
-Pero el Scarlet no es el único Nightclub... -agrego.
-Estamos cerca de las "Suites", bróders. Recuerden que de ahí salió la Karen Dejo, tremenda puta.
-Y ahora está en el ruedo de la TV, ¿tú crees que va a volver a cobrar 2000 dólares por chuparte la verga y dejar que se la metas por el culo? Ahora lo hace gratis con empresarios con tal que la coloquen en cualquier programa de TV nacional porquería.
-De eso terminan viviendo, viejos.
-Sí -sentencia H.

Me veo nuevamente entrando a un baño de un nightclub e inhalando cocaína. La imagen desvanece, parece ser los demonios del pasado que me persiguen, o será que tendré que ir al psiquiatra para que me recete litio para la ezquizofrenia, aunque dudo que use el litio necesariamente para la ezquizofrenia... Prendo el duodecimo cigarrrillo. Tengo una opción:

-Olvidémosno de las "Suites" y de Karen Dejo, el Emmanuelle ofrece muy buenos servicios.
-Antes que todo, ¿tenemos dinero?, bro -pregunta J.

Abro mi billetera y veo 400 dólares. Negocios fáciles. No gasté ni una gota de sudor, sólo hice tres llamadas, un par de movimientos imperceptibles, la conexión y listo, como si yo no hubiese hecho nada, y con cuatrocientos dólares de ganancia en la billetera. La efectividad de los negocios oscuros, y la eficacia de un hombre que no pierde las mañas. ¿Cuánto demoré? Medio día. Me siento orgulloso, no he perdido la efectividad, en ese campo sigo vigente, como en mis viejos tiempos, pcomo para que no se olviden quién soy.

-Yo cuento con cuatroscientos de los verdes. Alcanza para todos.
-Yo tengo trescientos soles -dice J.
-Yo tengo la mensualidad de la Católica, luego la puedo reparar.
-Yo pongo más si es necesario, estoy más grueso y me gusta compartir, viejos.
-Todavía nos queda media botella de whiskey -nota J.
-No te preocupes, en el Emmanuelle tengo un contacto en la entrada que me va a dejar meterla caleta.
-¿Estaremos haciendo lo correcto, tíos?
-Claro que sí, somos hombres, estamos ebrios, y queremos lo más fácil. O deseas ir a la calle de las pizzas y coquetear a una chola, seducirla con tu billete y que te ofrezca un mal servicio sexual? Yo me voy a lo seguro, quiero que me chupen la verga como si tuviese elixir dentro de ella y que muevan el tubo como una licuadora, además de que me digan cochinadas al oído, además de que finjan tener un buen orgasmo, si lo tienen o no no interesa, yo les pago porque lo aparenten, aunque las últimas veces que he ido todas se me pegan, creo que les doy bien por el ano, a veces me piden que les haga la sopa, pero esas conchas no están para esas tretas, que se conformen con que entre la verga en la posición y el ángulo correcto. Yo sé que las hago gozar. Te apuesto que yo ni voy a pagar.

H se ríe con honestidad.

-Me gusta la idea, dice J. Veo porno desde que tengo siete años y este tipo de cosas, bien cochinas, prohibidas y tabúes me tienen de los pelos.
-¿Entonces, vamos?
-Que esperamos, tío, vamos. Hay que sentenciar la noche.

Cogemos nuestros paquetes de cigarrillos, prendemos uno cada uno y afuera paramos un taxi. No le preguntamos cuánto nos cobra, simplemente nos embarcamos. Ya esas vaginas sabrán que es literatura, política y películas independientes.

1 comentario:

Bicho de Ciudad dijo...

Demasiado.

Por fin pude comprar un boleto para el tren.

Este post pide fasicularse.