martes, 23 de diciembre de 2008

Situaciones

Me paro frente al estante , un libro me llama la atención, debe ser la carátula simpática: una rosa, fores, uno que otro símbolo abstracto. Leo el autor del libro: Paulo Cohelo. Mierda. Mi reacción es inmediata. Expulso un ercuto contenido desde el café del mediodía (son las ocho de la noche) y hago el mayor ruido que puedo, con el máximo esfuerzo. No veo a la pareja de mi costado, pero sé que, displicentes, me ven con cara de extraño y de querer matarme tal vez. Se incomodan con mi precesencia y se van, quizá no quiera estar al lado de un sujeto tan despreciable y egoísta, quizá quieren ven más libros que relacionen a su estúpido amor. A mí que me importa, adora arruinar este tipo de cosas, esta ha sido la acción del día, ahora me siento bien, ohh sí.

***

"Compárame, cuando lo hagas con él compárame"

-¿Cómo se llama esa cación? - pregunta al conductor.

-"Cómparame", creo - se ríe.

-¿Qué loco no?

Ambos ríen. La mujer que está sentada entre los dos continúa hablando por su celular, sin interesarle lo que ha escuchado. Sereno, a la izquierda, da instrucciones a su jalador para que cierre la puerta porque por ahí están los policías. El chofer y el sujeto siguen su conversación, mientras la música sigue de fondo.

"Cómparame!!"
-¿Quiere que se acuerde de él cuando lo haga con otro? - interroga el sujeto.
-Ajá - maniobra el timón hacia la derecha, ha rosado contra la cola de otra cúster.
-De hecho que s lo dejó es porque el otro el da mejor no?
El chofer ríe, se mantiene animado, el tráfico y el trabajo diario lo agota y lo estresa, por eso el contacto con alguna persona le cae bien, a pelo. El sujeto también ríe, risa provocada por la ironía.
-"Cómparame", vaya baboso el cantante - piensa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

buen punto.